El Ayuntamiento de Madrid dedicará una calle al compositor Bernardo Bonezzi (1964–2012), tras la aprobación por la Junta de Gobierno. Un vial de nueva creación en el distrito de Moncloa-Aravaca, que conecta la calle de Ofelia Nieto con la avenida del Santo Ángel de la Guarda y figuraba como 'provisional Ofelia Nieto uno', llevará su nombre.
La vicealcaldesa Inma Sanz anunció la decisión, subrayando la influencia de Bonezzi en la cultura madrileña y su papel como “uno de los creadores más influyentes de la música española contemporánea”. Bonezzi, un compositor precoz, fundó a los 13 años el grupo Zombies, emblemático de la movida madrileña, y su canción 'Groenlandia' (1980) se convirtió en un himno generacional, para muchos, el más perfecto de este importantísimo movimiento cultural español que cuenta hasta con sala propia en el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía. 'Groenlandia' siempre ha estado ahí, conteniendo la felicidad pop en sus escasos cuatro minutos, y compitiendo por ser el himno de La Movida junto a otras grandes maravillas como 'Bailando' de Alaska & Dinarama, 'Enamorado de la moda juvenil' de Radio Futura', 'Déjame' de Los Secretos o 'Chica de ayer' de Nacha Pop.
El talento de Bernardo también brilló en el cine, donde fue un compositor de bandas sonoras muy respetado. Colaboró en cinco películas de Pedro Almodóvar, entre ellas, sus fundamentales éxitos 'Qué he hecho yo para merecer esto?' (1984), 'La ley del deseo' (1987) o 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' (1988), y con otros directores como García Berlanga, Enrique Urbizu o Pedro Olea. Tampoco podemos olvidar que compuso la música de 'El mejor de los tiempos' (1989), la película que rodó Felipe Vega con Icíar Bollaín y Rosario Flores en El Ejido. En 1995 ganó el Goya a la Mejor Música Original por 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto' de Agustín Dían Yanes.
Esta designación es un acto de memoria cultural, que reconoce a un artista cuya obra está ligada al alma pop de la capital de España. Su música formó parte esencial de la transformación de la ciudad en una metrópolis abierta y vanguardista. Con esta calle, Madrid asegura que el nombre y la música de uno de sus hijos más talentosos sigan vivos en la ciudad que inspiró su obra.